Es un puente para hacer las cosas bien, lo que hoy implica encontrar una cura y ayudar a la gente a gestionarse mejor durante la pandemia.
POR IVONNE VARGAS
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Sanofi México la Empresa Más Ética durante el 2020
“NO HEMOS BAJADO EL SUELDO de ningún funcionario”, dice Fernando Sampaio, líder para México de Sanofi. Por el contrario, los 500 colaboradores que trabajan en sus tres plantas, en medio de la pandemia, reciben un bono por 15% de su salario mensual, al realizar una actividad en condiciones no habituales. “Son nuestros héroes sin capa”, dice el también director del área de Vacunas.
El resto del personal, 1,200 empleados, trabaja desde su casa en el confinamiento. Como farmacéutica no puede darse ellujo de parar. En el contexto de la emergencia sanitaria su actividad es considerada esencial pues debe garantizar el abasto de medicamentos. Al final, la salud de las personas es su negocio: desarrolla, produce y vende soluciones para enfermedades.
Es también una de las industrias más reguladas en el mundo, y debe ser puntual en el cumplimiento de la ley.
Sanofi va más allá en el cumplimiento, dice Sampaio
La salud no es solo su negocio, es un compromiso con sus empleados, clientes y proveedores, al igual que
su bienestar. En este tiempo han reforzado las medidas para proteger a los empleados aunque ha implicado mayores costos. Los que tenían algún riesgo, mujeres embarazadas o personas con diabetes, no trabajan,
aunque perciben su salario. Para que los empleados disminuyan su exposición al contagio, contrataron autobuses que los llevan y recogen de las plantas. “Hemos tomado medidas que aumentan los costos pero la prioridad es la seguridad de nuestra gente”, dice Anna Kuusinen, directora de Recursos Humanos.
Tales acciones, dice la ejecutiva, van en línea con uno de los valores que más impulsa Sanofi, el respeto. La transparencia es otro que han reforzado en estos días de trabajo remoto obligado para la mayoría de los empleados.
Un ejemplo de ello, dice Kuusinen, es la mayor frecuencia de las reuniones de retroalimentación entre jefes, directores y colaboradores.
“La transparencia refuerza la confianza que la gente tiene en la empresa”
Entre ellas está la reunión virtual con los 1,700 empleados, en grupos de 30, una vez a la semana (antes se hacía tres veces al año) para reunir preguntas, quejas y sugerencias. En ellas se basan decisiones y estrategias que implementa la empresa una semana después, señala Sampaio. De una de esas reuniones surgió la idea de generar un plan de apoyo financiero adicional para el personal. “La gente manifestó que está teniendo gastos más altos por el hecho de que están trabajando desde casa en estos días (de cuarentena)”, dice.
Y si algún colaborador detecta algún desvío del código de conducta por parte de un jefe o colaborador, existen mecanismos para denunciar y la confianza para hacerlas, dice Jorge Garduño, director de Ética y Seguridad.
Al año se presentan alrededor de 40 y para todas hay seguimiento hasta que se resuelve, refiere.
“En Sanofi en verdad se vive el código de ética”, asegura Garduño. Al preguntarle un ejemplo concreto optó por referir su propio caso. “Yo estoy casado con un hombre, y cuando lo abrí a mis colegas, fui muy respetado, se trató como cualquier situación”.
“Nos unimos a una iniciativa (de la industria) para poder pagar más rápido a los proveedores ”.
